En
relación al tema 2:
La
enseñanza de lenguas en el presente
modelo educativo, nacional y autonómico,
me gustaría profundizar en el contexto del aprendizaje formal y
contestar a la siguiente pregunta planteada en clase: Los
exámenes de nivel de hoy en día evalúan la competencia
comunicativa?
Para
poder responder debemos tener en cuenta, en primer lugar, a qué tipo
de exámenes de nivel nos referimos y, en segundo lugar, tener claro
qué entendemos por competencia comunicativa. Así, si lo que
queremos es evaluar el nivel de competencia del alumnado, los
aspectos lingüísticos que mejor y peor dominan, las destrezas más
desarrolladas y aquellas en las que necesitan refuerzo, hablaríamos
de test de diagnóstico o prueba de nivel si su finalidad es la de
agrupar al alumnado por niveles. Esta última es la que aplicaríamos
en la evaluación inicial del curso.
También
existen pruebas
de nivel estandarizadas que miden la competencia lingüística y
comunicativa en función de unos criterios previamente establecidos
por determinadas organizaciones. Entre otros, es el caso de (véase Valette 1967/1977:323-333):
En
relación a la competencia comunicativa, podemos definirla como la
capacidad o habilidad del alumnado para crear o interpretar mensajes
(competencia discursiva), a través de una interacción comunicativa,
ya sea oral o escrita, entre dos o más personas en distintos
contextos y situaciones.
Dicho
esto, para poder evaluar la competencia comunicativa del alumnado
debemos tener en cuenta diversos factores individuales y personales (véase Cohen 1994, Brown 1987, Ellis 1994: 467-560):
- Su edad y madurez cognitiva.
- El sexo.
- La nacionalidad.
- La lengua materna.
- Su aptitud para las lenguas.
- Tipo de enseñanza previa recibida: clases particulares, estancias en el país de la lengua evaluada...
- Rasgos de personalidad.
- Estilos cognitivos.
Obviamente
sería realmente complicado atender a todos estos factores en una
prueba de nivel que es exactamente igual para todos. Pese a ello, en
el supuesto de que sí fuera posible, el conocimiento del mundo real
que tenga el alumno o alumna, así como sus experiencias previas,
también determinarán el resultado del test en cuestión. Si el
ejercicio presupone un determinado conocimiento técnico o cultural
que el alumnado no posee, tendrá dificultades para la resolución de
la tarea, afectando negativamente al resultado. En esta situación,
el nivel obtenido no reflejará la competencia comunicativa que el
alumno o alumna posee, si no el nivel de conocimiento de un
determinado ámbito.
Así
llegamos a la conclusión de que hoy en día los exámenes de nivel
no evalúan la competencia comunicativa, al menos no lo hacen de
forma objetiva.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
Brown, J. D. (1989/1990): "Language Programme Evaluation: a synthesis of existing possibilities" in Johnson, R. K. (ed.): The Second Language Curriculum. Cambridge University Press.
Cohen, A. D. (1994): Assessing Language Ability in the Classroom. New York: Heinle and Heinle.
Ellis, R. (1994): The Study of Second Language Acquisition. Oxford: Oxford University Press.
Valette, R.M. (1967/1977): Modern Language Testing.New York: Harcourt Brace Jovanovich, Inc

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