A pesar de haber visto con anterioridad las competencias clave en Diseño Curricular, no fue hasta ahora que tuve clara su importancia y cómo trabajarlas y potenciarlas en distintas actividades.
Y tras esta sesión, mientras conducía de camino a casa, pensé en cuánto me hubiese gustado tener profesores con esta visión y enfoque comunicativo. Lamentablemente, haciendo un
recorrido por mi experiencia educativa como alumna, todos los casos
de profesores que recuerdo, excepto la profesora de 4º de EGB,
seguían un modelo mucho más próximo al conductismo que al constructivismo. En
la universidad, aunque tuve más de un profesor que seguía un modelo
menos directivo, que interactuaba más con los alumnos y hacía las
clases más participativas, no fue hasta el curso que estudié en
Frankfurt am Main como Eramus cuando pude experimentar realmente el
aprendizaje constructivista. Allí todos los profesores seguían el
modelo educere: no
había exámenes, trabajábamos por proyectos, en grupos
colaborativos, hacíamos exposiciones y representaciones en clase...
Curiosamente, aunque en un principio me “descolocó” este
sistema, ensguida comprobé que el aprendizaje fluía, que los nuevos
conocimientos adquiridos permanecían en mi memoria y podía
aplicarlos cuando fuera necesario, que el ambiente en el aula era
distendido y ameno, que cada día de clase era distinto a todos los
demás, y que así era como a mí me gustaría impartir mis clases
en un futuro cercano. Este curso escolar en la Goethe Universität se refleja
claramente en mi expediente, pues obtuve las notas más altas de toda la
carrera.
Confío
en otra forma de funcionar, en otra forma de entender al adolescente y sus necesidades, en métodos no directivos, no basados
en la obedencia ni en la competitividad. Creo en el juego espontáneo
y libre con un enfoque experiencial y manipulativo en la etapa
infantil y primaria, en respetar la libertad de movimiento, en
respetar los ritmos y necesidades del alumnado, en que
ellos sean los protagonistas, en partir de sus intereses y no de lo
que marca el libro de texto de turno y en el trabajo por proyectos
o tareas seleccionados de forma democrática. Y estoy segura de que lo aprendido en estas sesiones me resultará de gran ayuda para conseguir ponerlo en práctica.
Os dejo con la visión educativa de Ken Robinson. Disfrutadla!
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