viernes, 12 de febrero de 2016

Reflexión sobre la 1ª sesión de Didáctica con Luz Valencia

Como ya os he contado en una entrada anterior, esperaba con ilusión la asignatura de Didáctica, y, en concreto, esta primera sesión con Luz, profesora de secundaria en activo. Ella podría darnos una visión real, práctica, de cómo deben hacerse las cosas para que se reflejen en los estudiantes de forma positiva. No me defraudó en absoluto, fue una sesión intensa pero muy productiva. Siempre he pensado que este máster debería estar integrado en todas aquellas carreras enfocadas a la docencia y tras conocerlo desde dentro estoy más que convencida.
A pesar de haber visto con anterioridad las competencias clave en Diseño Curricular, no fue hasta ahora que tuve clara su importancia y cómo trabajarlas y potenciarlas en distintas actividades.
Y tras esta sesión, mientras conducía de camino a casa, pensé en cuánto me hubiese gustado tener profesores con esta visión y enfoque comunicativo. Lamentablemente, haciendo un recorrido por mi experiencia educativa como alumna, todos los casos de profesores que recuerdo, excepto la profesora de 4º de EGB, seguían un modelo mucho más próximo al conductismo que al constructivismo. En la universidad, aunque tuve más de un profesor que seguía un modelo menos directivo, que interactuaba más con los alumnos y hacía las clases más participativas, no fue hasta el curso que estudié en Frankfurt am Main como Eramus cuando pude experimentar realmente el aprendizaje constructivista. Allí todos los profesores seguían el modelo educere: no había exámenes, trabajábamos por proyectos, en grupos colaborativos, hacíamos exposiciones y representaciones en clase... Curiosamente, aunque en un principio me “descolocó” este sistema, ensguida comprobé que el aprendizaje fluía, que los nuevos conocimientos adquiridos permanecían en mi memoria y podía aplicarlos cuando fuera necesario, que el ambiente en el aula era distendido y ameno, que cada día de clase era distinto a todos los demás, y que así era como a mí me gustaría impartir mis clases en un futuro cercano. Este curso escolar en la Goethe Universität se refleja claramente en mi expediente, pues obtuve las notas más altas de toda la carrera.
Confío en otra forma de funcionar, en otra forma de entender al adolescente y sus necesidades, en métodos no directivos, no basados en la obedencia ni en la competitividad. Creo en el juego espontáneo y libre con un enfoque experiencial y manipulativo en la etapa infantil y primaria, en respetar la libertad de movimiento, en respetar los ritmos y necesidades del alumnado, en que ellos sean los protagonistas, en partir de sus intereses y no de lo que marca el libro de texto de turno y en el trabajo por proyectos o tareas seleccionados de forma democrática. Y estoy segura de que lo aprendido en estas sesiones me resultará de gran ayuda para conseguir ponerlo en práctica.

Os dejo con la visión educativa de Ken Robinson. Disfrutadla!


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